Kokeshi



Historia de las muñecas 

Kokeshi.

​Las kokeshi son muñecas japonesas talladas en madera y pintadas a mano, se fabrican en la provincia de Tohoku. Son muy apreciadas porque representan un símbolo de la artesanía japonesa. 


Sus orígenes

Estas muñecas representan a niñas pequeñas y son talladas, pintadas y lacadas a mano en madera en el norte de Japón. Carecen de extremidades y datan de finales del periodo Edo (a finales del siglo XIX). Poseen cabezas redondeadas, cuerpos cilíndricos y ricos diseños multicolores. 

Como he comentado antes, se fabricaban en Tohoku, región famosa por sus aguas termales. Los talladores de madera locales (kijishi) estaban habituados a realizar muchos objetos de madera como cuencos, fuentes de madera y las fantásticas muñecas kokeshi que los turistas no dudaban en llevarse como recuerdo. 

Otra de las versiones que se nos ofrece de su origen por otras fuentes nos indica que eran hechas en memoria de los niñ@s que fallecían por el hambre mientras que otros investigadores apostaban más por la hipótesis de que podrían estar destinadas a la invocación de divinidades de la fertilidad y las buenas cosechas. No hay que olvidar que estas muñecas demostraban el gran deseo de tener un hijo. 

Cada región ha sabido diferenciarse a la hora de realizar su kokeshi, pero no podemos olvidar que también se pueden catalogar en base a su diseño. 

El artesano local respeta sus colores y sus formas según sea el estilo de la región en la que viva. Respetando la sencilla forma de la muñeca y usando la limitada paleta de colores. 

¿Cómo fabricar una kokeshi tradicional?

Los kijishi suelen trabajar con madera de cornejo, cerezo u arce japonés, puesto que son maderas muy blandas al realizar el tallado. Uno de los detalles más importantes es que la madera de kokeshi debe secarse al aire libre, como mínimo, un año. 

Después del proceso de secado, se corta el tronco en pequeños trozos para su desgastado, grabado y tallado. Se usaba un torno manual en el proceso. El artesano creaba un cuerpo cilíndrico con una bola para la cabeza. Tras ser esculpida, el proceso continuaba con la pintura y el lacado. 

Cada kokeshi es única por los detalles que le aporta cada artesano en particular. 

¿Te gustaría saber algo más sobre el arte japonés?

kamon